El Rey León: Las Crónicas De Nala.

Como están mis queridos hermanos.

Bueno, yo al igual que mucha gente también tengo mi propia historia de lo que fue TLK.

Lo escribí por motivación de una pequeñita que quiero demasiado.

Yo escribí este Fan-Fic sobre TLK 1, pero desde un punto de vista diferente y un poco más alargado.

Yo redacte la vida de mi personaje favorito y el de mi pequeña hermanita.

Yo contare la historia de las aventuras de la pequeña Nala, y la de todos sus jóvenes amigos.
Espero que les guste.

Saludos.
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El rey león:
Las crónicas de nala.

Capitulo 1
Una Hermosa Mañana.

Era algo temprano en las tierras del reino, el sol se asomaba desde el horizonte y la roca del rey empezaba a iluminarse por él.
Simba solía despertarse muchísimo más temprano que el resto de la manada, salía de la cueva real, como todos los días y caminaba hasta el manantial en las cercanías de la roca del rey para tomar un poco agua.
-Simba- dijo una voz dulce que se acercaba por detrás del.
-Nala- Le respondió este cuando vio que su esposa a se acercaba a él para tomar también agua del manantial.
-¿Qué haces despierta tan temprano?-Le pregunto Simba con una cara de extrañeza.
-Solo quería platicar contigo mientras tomamos un poco de agua, y antes de que te tengas que ir.-
En estos últimos días, siempre pos las mañanas Simba se iba con Kovu a seguir con su entrenamiento para que llegase a ser un buen rey que algún día pudiera suplantar a Simba cuando llegara el momento.
-Nala yo, sé que no he estado mucho tiempo contigo ni con Kiara, pero deben entenderlo, el entrenamiento de Kovu es demasiado importante como para dejarlo olvidado.- dijo Simba.
-Yo lo sé-. Contesto Nala. -Por eso he despertado temprano, para poder platicar un momento antes de que te tengas que ir, no creo que sea malo hablar contigo aunque sea un par de minutos.- dijo Nala con una cara de ternura.
Simba puso una sonrisa de ternura en su cara.- De acuerdo, ¿de qué quieres hablar?-
-Bueno pues, como sabrás esta semana será una de las más importantes para mí y para……- paro alguien la interrumpió.
-¡¡¡SIMBA!!!- gritó Kovu mientras se acercaba a ellos.
-Buenos días padre, buenos días madre-. Dijo Kiara quien acompañaba a Kovu a buscar a Simba para continuar con el entrenamiento.
-Buenos días- contesto Nala al verlos a ambos acercarse y se detuvieron frente a ellos.

-Bueno- dijo simba. -será mejor que continuemos con el entrenamiento-, volteo a ver a Kovu y este le devolvió la mirada, -¿Listo Kovu?-. Pregunto Simba.
-Listo- . Le contesto este con una voz de ánimo y fuerza.
-Lo siento, me tengo que ir- Le dijo Simba a Nala mientras se acercaba a ella para darle una pequeña caricia. –Hablaremos luego, te lo prometo-.
-De acuerdo-. Le contesto Nala con una aire de desanimo.
-Vámonos Kovu- dijo Simba.
Kovu se despidió de Kiara, corrió junto con Simba mientras se alejaba de ambas leonas que gritaban: -¡NOS VEREMOS MÁS TARDE!-.
Kiara los veía alejarse y con una gran sonrisa en su rostro miro a su madre. –Como me alegro de que al fin se lleven bien-.
-Tu padre confía mucho en el, aunque no lo creas-. Le respondió Nala con una gran sonrisa.
Kiara suspiro, -Iré de casería para buscar alimento, ¿Vienes madre?- Pregunto Kiara que se sentía muy emocionada de que, como su padre estaba muy ocupado con lo del entrenamiento de Kovu, ella tenía un poco mas de libertad para realizar las cosas que ella quisiera.
-Lo siento Kiara, pero mejor iré a tomar el sol- contesto esta con una voz un poco desanimada, diviértete y ten cuidado con los antílopes.
Nala dio media vuelta y se fue cabizbaja a la zona donde las leonas se reunían para tomar el sol, un lugar enseguida de la roca del rey donde el sol suele iluminar con gran intensidad.
Kiara observa su madre alejarse, pero puso una cara de rareza, sabía que algo estaba mal con ella, dio la vuelta para dirigirse hasta donde la manada de antílopes se alojaba y se puso a pensar que lo mejor sería hablar con ella cuando regresara de su casería.


El sol empezó a iluminar con más intensidad ese bello día en la tierras del reino, Ya habían pasado 3 horas desde que Simba y Kovu fueron a seguir con el entrenamiento para ser rey, Kiara había terminado su casería y Nala estaba recostada en una de las rocas donde solían tomar el sol su madre Sarafina y Sarabi cuando Nala era una cachorra.
-Hola madre- dijo Kiara acercándose asía donde se encontraba Nala recostada.
-Hola hija- le contesto esta con una sonrisa, -¿qué tal te fue en la cacería-?
Kiara se recostó bajo una árbol que estaba muy cerca de la roca donde su madre estaba recostada, ese era su lugar favorito, para tomar el sol porque tenía una gran vista de las afueras de la roca del rey y el pasto era muy suave, lo suficiente para que se quedara acostada durante horas, y con una sonrisa burlona se dispuso a contestar.-Mi padre y Kovu deberían salir más a menudo a los entrenamientos, son muy pocas las veces que tengo este tipo de libertad-.
-Me alegra que puedas divertirte hija-, le contesto Nala mientras se estiraba para acomodarse en la dirección donde se encontraba Kiara y charlar más a gusto.
-Madre, ¿te puedo hacer una pregunta?- pregunto Kiara.
-Por supuesto- le dijo Nala.
Ella ponía una cara de curiosidad y pensaba como hacer su pregunta para obtener una buena respuesta, una de las habilidades de que tiene Nala con Kiara era la de evadir una pregunta de ella si no quería dar una respuesta concreta.
-Bueno pues….- dijo Kiara. –que es lo que te sucede, últimamente se te ve un poco desanimada y ya casi no tienes la alegría que siempre nos demuestras a todos-.
Nala se dispuso a contestar.
-No es nada hija-… le dijo. –Es solo que extraño mucho a mi Simba.
-Madre- dijo Kiara, yo también extraño a papá y a Kovu, pero tú sabes que es responsabilidad de ambos el entrenamiento-.
-Yo lo sé querida, lo sé-. Nala soltó una pequeña risa.
Kiara volteo a verla,-¿Que es lo que te da risa?-
Nala volteo a ver a Kiara. – Solo recuerdo cuando éramos cachorros tu padre y yo, lo último en lo que él pensaba era en la responsabilidad, el solo quería divertirse-.
A Kiara se le ilumino la mirada y se quedo con la duda.-Sabes madre nunca había preguntado esto, pero ¿Cómo fue tu infancia con mi padre?-.
Nala rio por la pregunta que Kiara le había hecho.
-Bueno pues…. tu padre siempre fue muy impulsivo, si él quería hacer algo, trataba por todos los medio posibles lograrlo, y no sé cómo, pero lo conseguía, y siempre se metía en líos, líos en los que siempre me incluía a mi-. Dijo Nala con un tono burlón.
-Cuéntame la historia, siiiiii…….-, le decía Kiara con un tono de cachorrita y con una gran sonrisa en la boca.
Nala rio al ver a su hija, -Está bien, está bien- Te contare la historia de Simba y mía, las cosas que asimos juntos mientras éramos cachorros, la historia de mi vida mientras crecía-.
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Espero les aya gustado....
pronto traere mas capitulos...
Saludos a todos.

Ah ya sé, XD!! Aquel ser querido es tu hermanita. x3
Tú tienes una muy buena redacción amigo, y tienes ese "espiritu" que lo demuestra. nwn

Muy buenos los capítulos, buenisimos. *-*
Quiero ver como sigue. *w*

Muy hermoso!
Me encanta mucho tu fic!
Ademas de ser interesante es muy entretenido! ^^
Espero los siguienets capítulos!

Tu querida amiga Tamy

Muchas gracias por sus comentarios...son ustedes las que me ayudan a seguir escribiendo.
Este capitulo se lo dedico a Naliita Luli y a Tamy (grandes amigas)
Saludos.
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-Muy bien, déjame pensar- le dijo Nala a Kiara, ella trataba de recordar. –Bueno como sabes tu padre y yo nacimos al mismo tiempo, siempre hacíamos todo juntos, A excepción de cuando él iba a entrenar con Mufasa pare ser un gran rey del que todos estuviéramos orgullosos-.
-Quieres decir, a como es ahora-. Le contesto Kiara al escuchar el comentario,
-A ver, esta historia está muy bien guardada en mi memoria-, esta fue una de nuestras primeras aventuras juntos, solo éramos un par de cachorros pero siempre muy felices, era raro cuando tu padre tenía una cara seria-
-Ja- dijo Kiara, -Estas segura que hablas de mi padre, me cuesta trabajo imaginármelo sin su cara de seriedad-. Poniendo una cara de traviesa y con un tono de voz muy burlona.
-Jajajajaja-, Nala empezó a reírse con ese comentario,-Bueno querida debes entender que tu padre aprendió mucho de sus aventuras, el no quiere que te alejes…….-
-Que me aleje del camino que me ha indicado-, dijo Kiara interrumpiendo a su madre, ablando con un tono más serio, como si estuviera siendo regañada,-Papá siempre me lo dice, pero continúa por favor-.
Bien todo comenzó una mañana en la roca del rey, tu padre siempre despertaba muy temprano para ver como el sol se asomaba para iluminar las tierras del reino, esa mañana lo vi muy emocionado como siempre.
-¿Qué pasa Simba?- Pregunto la joven Nala a Simba quien estaba muy emocionado, mirando a todas las direcciones con gran energía.
-Buenos días Nala-, le contesto Simba, -¿Qué haces despierta tan temprano?-, pregunto el cachorro.
Nala se acerco hasta la punta de la roca del rey y se sentó junto a Simba para tener una mejor conversación con él.
-Solo falta un día, Nala, solo falta un día- decía Simba demasiado emocionado,-Mi padre me llevara a conocer el reino el día de mañana y empezara mi entrenamiento como príncipe y futuro rey-.
Nala Ponía una cara de curiosidad y de molestia a la vez, Simba tenía demasiado tiempo esperando este día, y de lo único que hablaba era de lo impaciente que estaba por ser el rey.
-Bueno pues, me siento muy feliz por ti- le dijo ella, -No todos los días tenemos a un pequeñín que sueña a grandes altura.
-Muchas gracias-, dijo simba con gran orgullo, Nala paso enseguida de él y se le soltó una pequeña risita burlona, entonces Simba se puso a pensar…
-¡OYE!- grito simba pues ya había entendido lo que quiso decir, Nala empezó a correr y se reía con más intensidad, Simba empezó a corretearla por todo la roca del rey, pero Nala era mucho más rápida que el.
-Alcánzame si puedes lento- Le gritaba repetidamente Nala y se reía.
-Ya verás cuando te alcance, me las vas a apagar-.
Nala empezó a bajar de la roca del rey y Simba detrás de ella, siguieron corriendo alrededor de la roca y después por la pradera, pasaron por los pastizales, Nala, al llegar al manantial que se encontraba al frente de la roca del rey se escondió en unos arbustos que podían cubrirla por completo, esta se agazapó y solo espero, Simba se detuvo en el manantial, muy cansado y fatigado.
-No te esconderás de mi- le dijo simba mientras se subía a un pequeño árbol que estaba enfrente del agua y empezó a buscarla desde las alturas creyendo que era buena idea.
-¡AQUÍ ESTOY!- Nala salió de su escondite, gritó detrás de el, y Simba dio un salto del susto que le había dado y cayó en el agua, como no era muy profundo Simba se lleno de lodo.
-Jajajajaja, cansado su pequeña y mojada majestad, Jajaja-, Nala se burlo de él.
Simba enojado, sigilosamente, mientras Nala no lo observaba dio un gran salto y tomando a Nala de una pata la arrastro con él al agua y cayeron juntos. Nala y Simba empezaron a arrojarse el lodo y el agua entre ellos, riendo y gritando hasta que Simba se canso de hacerlo.
-¿Que pasa su majestad?- dijo Nala con un tono burlón, -¿Esta demasiado cansado?-.
-Jajaja- dijo Simba con un tono muy arrogante, -yo soy el futuro rey, jamás estoy cansado-.
Nala se le acerco y con un solo toque de su pata Simba cayó al suelo y Nala salto encima de él para que no pudiese levantarse.
-Decía usted majestad-, Simba estaba demasiado cansado como para empujar a Nala de su lomo. En esos instantes Nala pudo sentir que el suelo empezó a vibrar.
-¿Sientes eso?-, le dijo Nala a Simba mientras se retiraba de encima del cachorro.
-No, yo no siento nada- le contesto, Entonces Nala empezó a levantar la vista.
-¡MIRA!-, grito Nala apuntando hacia una dirección.
Simba trataba de ver que era lo que Nala observaba, -Lo veo- le dijo. Ellos veían una manada de antílopes que era perseguido por las leonas del reino. Nala estaba sorprendida de la gran velocidad a la que las leonas corrían detrás de los antílopes y empezó a imaginar.
-Wow- , dijo Nala, -¿no son geniales?,
-Si, en verdad lo son, esos antílopes son demasiado rápidos- Nala se volteo hacia Simba y lo empujo,-¿Pero qué te pasa?- se enojo Simba.
-Tonto- le grito, -yo no hablo de los antílopes sino de las leonas-, le dijo Nala con un tono de enojada.
-¿Que tienen de interesante?, siempre lo hacen, a diario, no es la gran cosa- dijo Simba.
Nala le dirigió la mirada y le dijo con gran entusiasmo, -Algún día seré como ellas y correteare a los animales por todas partes hasta que me canse-.
-Jajajajaa- se rio Simba, -Tu… tu nunca serás tan rápida como ellas, jajajajaj-. Dijo Simba con un tono antipático.
Nala enojada, le dio un empujo y lo tiro al suelo, -Eres un tonto Simba- y salió corriendo dejando a Simba detrás y ella empezó a llorar.
-¿Que es lo que le pasa?- se pregunto Simba, y vio que Nala se detuvo en una pequeña parte de las praderas donde no había ningún tipo de hierba que la pudiera cubrir.
Simba siguió viendo a la manada de leonas corretear a los antílopes, y alcanzo a ver que de esa manada, un antílope se separo y empezó a correr a toda velocidad en dirección a la que Nala se encontraba.
-¡NALA!- le grito Simba. Pero Nala no lo había escuchado, ya que se encontraba a una gran distancia. Entonces Simba empezó a correr en esa dirección.
-Simba, eres un tonto-, se decía Nala así misma entre llanto entonces empezó a sentir una vibración en la tierra, extrañada, ella se agacho para poder sentir mejor la vibración.
Entonces frente a ella salió un gran antílope, ella estaba asustada, paralizada e inmóvil, no podía moverse de en miedo. El antílope siguió corriendo a su dirección, y sin más que hacer, Nala solo cerró los ojos para esperar el impacto.
-¡¡¡¡¡NALA!!!!- Simba apareció gritando y con un gran impulso, salto para mover a Nala de en medio del camino del antílope. Ambos quedaron a metros de donde el antílope dejo solo sus pisadas.
-¿Te encuentras bien?- le pregunto Simba jadeando del cansancio de la gran carrera que dio del manantial hasta donde se encontraba Nala.
Nala se quedo atónita, aun estaba asustada.
-Menos mal-, dijo Simba mientras la ayudaba a ponerse de pie. –Ven será mejor que nos vallamos a casa-, y ambos se encaminaron a la roca del rey sin decir ni una sola palabra.
La noche empezó a caer y el gran sol que ilumino ese hermoso día empezó a ocultarse en el poniente y dejando un gran camino de estrellas a su paso. Ambos llegaron a la roca del rey y se detuvieron enfrente de la cueva real.
-Simba….- le dijo Nala con una voz de ternura, Simba se dio la vuelta para observarla, -Gracias por salvarme, siento mucho haberte llamado tonto y…….-
-Nala, si aquí alguien se debe disculpar soy yo, no pensé que mis palabras te pusieran tan triste, no quise hacerte llorar, por favor perdóname- dijo Simba con una voz muy sincera.
-No hay nada que perdonar Simba, tú y yo siempre seremos muy buenos amigos, y los amigos se perdonan todo.
-Gracias- le dijo Simba, eso hizo que se sintiera muy importante, entonces Simba cerró los ojos y adopto una postura de dominación, -además, es el trabajo del futuro rey ayudar a todo el que lo necesita- Simba no se dio cuenta que Nala empezaba a caminar y acercarse a el, y cuando lo tuvo enfrente esta cerro sus ojos y le dio un tierno beso en la mejilla a Simba.
Simba abrió los ojos por la reacción que tuvo, El esbozó una pequeña sonrisa, se podía notar que por dentro el estaba feliz, entonces él y Nala entraron juntos a la cueva.
-Buenas noches Simba-
-Buenas noches Nala-…
-Y esa fue la primera vez que tu padre me salvo la vida, y el primer beso que le di-.Le dijo Nala a Kiara que aun seguían tomando el sol en las rocas.
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Awww, pero que tierna la parte del beso en la mejilla de Nala a Simba. =3 Es realmente tierno.
Que bien que ambos se hayan perdonado. nwn Porque no me imagino a Nala siendo algo como una enemiga de Simba.

Gracias por la dedicatoria amigo. x3
Espero el siguiente capítulo.

nwn q linduuu me encanta la historia q estas asiendo espero q sigas continuANDO los capitulos

Aw[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Es el mejor capítulo que voy leyendo hasta ahora ^w^
Gracias por dedicarnoslo
Me encanta la parte del beso ^w^
Se ve que Kiara se interesa mucho en la infancia de sus padres

Nuevamente gracias querido amido ^-^

Tamy

Kiara y Nala seguían recostadas en las rocas que estaba enseguida a la roca del rey, ese lugar especial para que las leonas pudieran tomar el sol, darse un pequeño tiempo de descanso y charlar con otras leonas. Kiara estaba tan emocionada, por fin estaba conociendo el pasado de su madre.
-Increíble, tu ya amabas a mi padre desde hace mucho mamá, es sorprendente desde cuanto tiempo, y se podría decir que él y tu ya estaban destinados a estar juntos-. Dijo Kiara con la una voz muy sorprendida y al parecer le asía burla a su madre.
-Oh no cariño, en ese tiempo solo éramos un par de cachorros, como te dije, nosotros aun no sabíamos nada de los sentimientos que teníamos el uno por el otro, tu padre y yo nunca nos miramos de otra manera que no fuera la de buenos amigos-, le respondió Nala tan rápido como escucho el comentario, ella se estaba poniendo muy nerviosa y empezó a ponerse en su rostro esa pequeña risa tierna, la que siempre da a todos en el reino.
-¿Entonces nadie sabía de lo que mi padre hizo por ti, ni el beso que le diste?-, pregunto Kiara un poco decepcionada.
-Bueno yo……-, volvió a sonrojarse.
-¿Qué si nadie lo sabía?-, se oyó una voz desconocida detrás de ambas leonas, una voz dulce y casi tan tierna como la de Nala, -Querida, todos nosotros siempre supimos que Simba y Nala estaba destinados a estar juntos, todo el reino sabía muy bien que fue lo que paso ese día en el que Nala tuvo su primer rescate-.
Una leona se acercaba hacia ese pequeño lugar donde tomaban el sol, Nala no podía creer quien era y Kiara ni siquiera la reconoció. Nala se levanto de la roca donde estaba recostada para saludar a una de sus más amigas de la infancia.
-¡Kula!, ¿eres tú?, ¡no lo puedo creer!-. Dijo Nala con una voz y una cara que expresaba una gran sorpresa y felicidad. Esa leona era una que al igual que Nala, creció en las tierras del reino junto a ella y parte con simba.
Kula era una leona muy parecida a Nala tanto en edad, el físico, y en forma de hablar, solo la diferenciaba su pelaje, que era un poco más oscuro que el de Nala, también la distinguía sus hermoso ojos purpura.
-Un gusto volver a verte Nala-, le contesto Kula acompañado de una tierna sonrisa mientras la saludaba y tomaba un lugar en ese pequeños pastos donde se encontraba Kiara.
-¿Usted conoce esa historia?- le preguntó Kiara con extrañeza.
-Mi niña, yo, como muchos otros, conozco de principio a fin esa historia-, le contesto Kula mientras se acomodaba. –Yo crecí con tu madre y tu padre, todos éramos muy buenos amigos, hasta que por causas del destino nos separaron muchas circunstancias.
-¿Pero qué estás haciendo por aquí?, ¿Donde está Chumvi?-, pregunto Nala a Kula. -Creí que se habían ido juntos al reino del norte-.
- Venimos a saludar, y a pasar tiempo con nuestros viejos amigos- le respondió Kula, -después de todo sabes lo especial que es este día- Le dijo a Nala con una voz tierna pero que demostraba un tono de sarcasmo.
-Lo sé, mi querida amiga, lo sé muy bien-, Le contesto Nala mientras se ponía roja y un poco nerviosa.
-Ajum, ajum- hizo Kiara a su madre para que no la excluyera de la conversación.
-Oh, perdón hija-, dirigiendo la mirada asía Kiara, -Kula, permíteme presentarte a mi hija, Kiara, princesa y futura reina de las tierras del reino.
-Valla valla mi pequeña, eres idéntica a tus padres, tienes lo ojos de tu padre, pero en el rostro, eres igual a tu madre. Kiara se sonrojo.
-Bueno como estaba a punto de decirte Nala, Chumvi y yo veníamos a saludar, decidimos llegar a la roca del rey pero en el camino nos encontramos un par de leones, cual grande fue nuestra sorpresa al ver que era Simba, que estaba caminando junto a otro león, no sé quien será pero se parece a Sc……-
-El es Kovu- dijo rápidamente Kiara antes de que Kula pudiera terminar esa frase,-Es mi esposo-
-Mi querida niña- dijo Kula, - no tenía idea, valla que si tenemos mucho de que platicar, Chumvi se quedo con ellos, se emociono al ver a Simba y decidió platicar de viejos tiempos.
-Por cierto madre- dijo Kiara volviendo la mirada a Nala, que porque este día es tan especial, que es lo que ay que celebrar este día.
-Jajaja- Nala y Kula se rieron al unísono y devolvieron la mirada a Kiara.
-Kiara, hoy celebramos el día en que tu padre y yo fuimos dados por comprometidos-.le dijo Nala con su típica voz de ternura.
-Waw- se asombro Kiara, -enserio es hoy, no lo recordaba-.
-Todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer- le dijo Kula a Kiara quien seguía todavía sorprendida. –esta historia es una de nuestras favoritas, cuando éramos cachorros siempre molestábamos a tu madre con eso, tu madre siempre se sonrojaba y aunque ella no lo demostraba en ese entonces, siempre estuvo feliz por ello-. Nala empezó a sonrojarse más.
¿Y papá que decía al respecto, supongo que a él también lo molestaban con lo del compromiso?- pregunto Kiara a Kula, pero ella y Nala volvieron a reír al unísono.
-Mi pequeña- le respondió Kula, -en ese entonces tu padre jamás supo que el compromiso estaba hecho.
-¡¡¡¡¿QUÉ?!!!!!- se sorprendió Kiara, -¿Mi padre jamás supo que estaba comprometido contigo madre?, no me lo puedo creer-.
-Créelo Kiara, el jamás lo supo, era un asunto que atendió mi madre con Sarabi-, le respondió Nala a Kiara ya que no dejaba de estar sorprendida.
-Esta es una de mis historias favoritas sobre tu madre- le dijo Kula observando a Kiara. –Nala nos ases el honor de contarnos esta historia-.
-Si madre, ¿cómo fue que tu y mi padre quedaron comprometidos oficialmente?- le pregunto Kiara con gran emoción.
-Muy bien- , le respondió Nala a su hija para que calmara sus ansias y su angustia por el tema, -Todo esto comenzó cuando Kula y yo solo éramos un par de cachorras, y justo después de que Simba me salvara la vida, y la historia va así-.

OwO
¡Vaya, Kula ha vuelto! ¡Y Chumvi también! x3 Con más razón van llegando leones a felicitar a Nala, es por su "aniversario", XD!! ^^
Que gran capítulo, espero el siguiente. nwn

Me encanta esta gistoria,que bueno que se reunieron los viejos amigo,espero el siguiente capitulo.

¡Me encantó! Y qué bueno que hayan vuelto Kula y Chumvi!
Vaya... entonces lo del compromiso se lo guardaron en secreto a Simba todo ese tiempo! x3
Espero el siguiente capi!

Tamy

Muchas gracias por sus comentarios en verdad los aprecio mucho....ahora que estyo actualizando, me gustaria saber sus opiniones sobre ciertas cosas...la primera sera muy notoria...espero que me digan si les gusta...(gracias a mi novia por ayudarme).
Saludos.
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-Bueno- le dijo Nala a Kiara, -todo comenzó al siguiente día por la mañana, como ya te había dicho, Simba tenía que salir muy temprano por la mañana, Mufasa se lo llevo esa madrugada para poder iniciar con el entrenamiento de futuro rey, aunque más bien Simba fue quien arrastro a su padre a llevarlo dar el recorrido por el reino-.
-Jajaja- Kiara y Kula rieron por esa pequeña broma.
-Esa mañana desperté un poco tarde, aun estaba cansada y……. -, hizo una pequeña pausa y dio un gran suspiro, -Podría decirse que un poco asustada por lo del antílope-.
-Jajaja, ¿Asustada?-, interrumpió Kula a Nala y volteando a ver a Kiara.
-Cariño- dijo Kula, -jamás te avía visto tan entusiasmada por que una mañana terminara, y ambas-, volteo a ver a Kiara de nuevo, -sabemos cuál era la razón-.
Nala se sonrojo y Kiara no quiso decir nada pero se le escapo una pequeña risita.
-Bueno, cuando me levanté, solo pensaba en que terminara esa mañana, así que decidí que para pasar ese tiempo iría al manantial y buscaría una manera de poder entretenerme, ay me encontré a Chumvi y Kula, jugueteando como siempre-, dijo Nala que puso una cara de molestia al recordar.
-El manantial siempre fue un lugar muy hermoso, nosotras siempre íbamos a ese lugar cuando éramos jóvenes mi pequeña niña, su agua era muy pura y fresca, tan transparente como el cristal, los grande arboles que lo rodeaban eran tan grandes que proveían una gran sombra y la vista a las afueras del reino era tan notables y tan hermosas que no había palabras para describir el paisaje-, comento Kula.
-Valla, valla, pero miren quien decidió venir a jugar con nosotros-, dijo un joven cachorro de león de pelaje café oscuro y ojos de igual color, -Oye Kula, mira, pero si es la futura princesita de nuestro pequeño principito-.
-Hola Chumvi-, le contesto la pequeña Nala a Chumvi, -tú siempre tan encantador como todos los días-, diciéndolo con un tono de sarcasmo muy notable.
-Hola Nala, ¿como estas?-. Kula saludo a Nala mientras se sentó enseguida de Chumvi en una roca enfrente del manantial.
-Muy bien, gracias por preguntar Kula, ¡¡¡¡dime Chumvi ¿te costaría mucho trabajo llegar y saludar normalmente como todos aquí?!!!!-, Nala lo miro con una cara de desprecio.
-Jajaja, perdóneme usted princesita, pero es algo que no puedo evitar-. Menciono Chumvi mientras se coloco de manera muy presumido en la orilla de la roca del manantial-.

-Podrías dejar de llamarme princesita-. Le propuso muy sutilmente.
-¿Y si no quiero, que ara la nena, me atacara?- Se burlaba este.
-Nada bueno saldrá de esto-, menciono Kula mientras se alejaba unos pasos de Chumvi, ella sabía que Nala no se iba a quedar de brazos cruzados mientras Chumvi siguiera burlándose de ella.
-O no, claro que no te atacare-, Le decía Nala mientras se acercaba a él lentamente y con una risa muy burlona, -Pero esta princesita, sabe cómo defenderse de bravucones como tu-, Nala estaba muy cerca de Chumvi, estaba tan cerca para hacer su jugarreta. Cuando estuvo enfrente de el, Nala estiro una de sus patas y de un zarpazo golpeo una de las patas de Chumvi, causando que este callera al manantial inminentemente. Kula solo observo cómo este cayó al agua y junto con Nala empezaron a soltar una tremenda risa.
-Jajajajajajaja-, rieron Nala y Kula, Chumvi asomo su cara mojada para ver como ambas reían, -Te lo advertí tonto, jamás vuelvas a llamarme princesita-, Le reclamo Nala, -yo no soy ninguna princesa, ya te lo dije-.
-Eso no fue lo que nosotros vimos ayer cuando tu y Simba llegaron de su pequeña excursión al manantial que pasa la pradera, no es cierto Kula-. Le exclamo Chumvi.
-Lo siento Nala, pero ahí le doy la razón-, le contesto Kula, que volteo a ver a Nala- está bien que Simba te allá salvado la vida, pero fue tan romántico que le hallas dado un beso-.
-Eso no es de su incumbencia-, contesto Nala muy enojada, -no tiene nada de malo que le haya dado las gracia por salvarme-.
-Qué manera de agradecer- le contesto Chumvi, -si así es como le agradeces alguien, prefiero que no me des las gracias-.
-Eh, Chumvi…..- menciono Kula algo nerviosa, pero no pudo terminar de hablar.
Chumvi empezó a salir del agua y alejándose de ambas cachorras se sacudió el cuerpo para poder secarse, este empezó a acercarse a Kula pero esta se sonrojo y empezó a alejarse un poco de él, de tal manera que Chumvi no se diera cuenta, pero Nala lo noto así que ella puso una gran sonrisa en su cara, se le había ocurrido una idea para molestarlos a ambos sin que Kula se diera cuenta que también era para ella.
-Que acaso estas celoso Chumvi- pregunto Nala, - te molesta que le haya dado un beso a Simba y a ti no-. Se le acerco Nala muy picara.
A Kula no le gusto para nada el comentario, a tal grado que se le noto que se puso roja de los celos.
¿Que, yo celoso de ese tonto?, se burlo Chumvi, -Jajaja, sería más fácil que yo volviera a caer al manantial, a que llegara a tener celos de el-.

-Sabes una cosa Chumvi, tienes toda la razón- Nala se le volvió a acercar sigilosamente y de nuevo le volvió a empujar una de las piernas para que este volviera a caer al agua. –Es más fácil que caigas al manantial-
Nala empezó a reírse y acorrer por aquella planicie dejando atrás a Chumvi y a Kula, que estaba ayudándolo para poder salir pero esta también cayó junto con Chumvi al manantial, lo que provoco que Nala se riera aun más.
-¡Me las vas a pagar!-, le gritaba Chumvi. Este levanto a Kula y juntos empezaron a corretear a Nala por todo alrededor del manantial. Ellos al igual que Simba no eran tan rápidos como Nala, siempre que estaban a punto de alcanzarla y atraparla Nala aumentaba mas su velocidad y los dejaba comiendo polvo. Recorrieron todos los árboles que rodeaban aquel manantial y a Nala se le ocurrió que podría ocultarse en uno de los arbustos debajo del árbol más grande que rodeaban el lugar. Chumvi y Kula se detuvieron.
-¿Donde está la princesita?, ¿en donde está la princesita?, me las va a pagar cuando la encuentre-, gritaba Chumvi que jadeaba por el cansancio, y casi no podía hablar.
-¡Sorpresa tonto!- Nala salió de un salto del arbusto y con un gran grito esta hizo que Chumvi volviera a caer al manantial y se llenara de lodo todos los bigotes de su morena cara.
-Jajaja- rieron Nala y Kula de nuevo al verlo de nuevo en el charco de agua. Chumvi estaba mucha más enojado, Nala siempre tenía esa habilidad con Chumvi, siempre era de a diario que Nala pudiera hacer rabiar a Chumvi al punto en el que le ocasionaba grandes jaquecas y empezara a tartamudear. Chumvi se levanto y empezó a corretear a ambas leonas, esta vez iban en dirección a la roca del rey.
-El reporte de hoy esta listo- decía Zazu con un gran porte, será mejor que se lo informe de inmediato a Mufasa para que esté al tanto de la situación de las tierras del reino.
Zazu estaba listo para emprender el vuelo, pero él no se dio cuenta que los tres cachorros se le acercaban a gran velocidad. Kula y Nala alcanzaron a esquivarlo pero Chumvi no pudo porque al parecer él no lo había visto.
-Pequeños malcriados- les grito Zazu, -¿cómo se atreven a asarme esto?, ya verán cuando termine mis asuntos, se lo diré a sus padres-.
Zazu emprendió el vuelo, Nala Kula y Chumvi subieron muy rápidamente a la roca del rey, Nala y Kula decidieron que sería muy buena idea esconderse en la cueva real, pero a Chumvi no le costó mucho trabajo descifrar donde se esconderían.
-No pueden esconderse de mí, me las van a pagar- gritaba Chumvi por toda la cueva mientras trataba de seguirles el rastro, Nala y Kula estaban escondidas en una roca que estaba encima de la entrada de la cueva real, solo un camino conducía a esa parte de la cueva y ellas dudaron que Chumvi supiera cómo llegar.
-¿Puedes verlo?- pregunto Nala, parece ser que se fue.
-Si, eso parece- le contesto Kula con un tono muy bajo de voz, -será mejor que bajemos no quiero tener problemas-
-Si claro……-
Nala se había topado con Chumvi quien se apareció justo detrás de ellas y empezó a acorralarla para que no pudieran escapar.
-Te lo advertí Nala- dijo este, me las vas a…….-
Chumvi no pudo terminar esa frase ya que unas voces empezaron a escucharse muy cerca de la entrada de la cueva real. Eran Sarafina y Sarabi quienes estaban riéndose y ablando con una voz muy entusiasmada.
-Si estoy muy de acuerdo con la idea- dijo Sarafina, así nuestra familia estará mucho más unida, no solo por la amistad
-¿De qué estarán ablando?- se pregunto Nala con un tono muy bajo pero solo logro que los cachorros le chistaran para que guardara silencio. Sarafina continuo ablando.
Ahora este lazo que estamos pactando será la unión total de la manada.-
-Lo sé mi querida amiga, yo lo sé- comprometer a Nala y Simba es una gran idea, además siempre quise que nuestros hijos estuvieran juntos.
-¡¡¡¡PROME…QUE!!!!- gritaron los tres cachorros al unisonó, con una intensidad tan grande que no pudieron evitar que Sarafina y Sarabi se dieran cuenta que ellos estaban ahí. Chumvi no podía ver muy bien, así que decidió acercarse un poco más, para aumentar su vista, pero no se dio cuenta de que estaba tan a la orilla que izo que él junto con Nala y Kula cayeron de la roca donde estaban montado.
-Niños- gritaron Sarabi y Sarafina, se encuentran bien.
-Si claro- respondieron Nala y Kula-, que se levantaron de inmediato.
-Hablen por ustedes-, Nala y Kula no se dieron cuenta de que ambas habían caído encima de Chumvi lo que causo que este hablara con mucho sarcasmo y dolor.
-¿Qué es lo que estaban haciendo en ese lugar?- pregunto Sarabi.
-¿Qué acaso nos estaban espiando?-, menciono Sarafina, con un tono de regaño.
Chumvi y Kula estaban un poco asustados así que no pudieron abrir la boca más que para mostrar una gran sonrisa y compartir una mirada con los ojos.
-Madre-, dijo Nala, que es eso de que Simba y yo estaremos compro…. prome…. eso que ustedes dijeron.
-Mira hija, yo me refería a….- Sarafina contesto, pero no sabía cómo poner las palabras adecuadas en su boca. –Sabes te lo explicare mejor luego, pronto será la hora de tu baño así que será mejor que te despidas de tus amigos-.
-Espera-, dijo Sarabi, -Chumvi y Kula, quiero que me prometan que nuca le dirán a nadie lo que acaban de oír, y cuando digo a nadie, es absolutamente nadie, ni siquiera a Simba. Entendieron.
-Le damos nuestra palabra de que de nuestros labios no saldrá ni una palabra de esto-, dijo Kula, ella y Chumvi hicieron un ademan, como si se pusieran un cierre en la boca.
-Muy bien-, dijo Sarafina, -será mejor que se vallan niños.
Chumvi y Kula salieron corriendo de la cueva real pero Nala se quedo con Sarabi y su madre.
-Nala, eso también iba par a ti- dijo Sarafina. Nala se sorprendió de que su madre le hablara tan rápido.
-Hija, aquí delante de Sarabi prométeme, que nunca le dirás nada de esto a Simba, de acuerdo-

Nala se quedo pensándolo un poco, pero asintió con la cabeza y se quedo callada durante un gran rato.
-Ven hija, como te dije esta cerca la hora de tu baño, y es mejor que terminemos pronto, así podrás irte a jugar más rápido.
-Si mamá-.
Y las tres leonas salieron de la cueva real en dirección a las rocas donde se recostaban a tomar el sol.
-Ay supe por primera vez que tu padre y yo estábamos comprometidos-, se sonrojo Nala, que estaba terminando de contar esa historia.
-Claro que en aquel tiempo, nosotros no sabíamos el significado de esa palabra-. Contesto Kula con un tono muy burlón.
Aunque me entere muy pronto del significado, Zazu casi me lo dice con simpleza cuando tu padre me invito a una de sus alocadas aventuras al cementerio de elefantes.
-Como siempre, Zazu nunca sabe cuando cerrar el pico-. Menciono Kiara y las tres leonas empezaron a reírse de ese comentario.

¡Nala supo que estaba compretida con Simba! OwO
Pero que buen capítulo amigote. =D
Je je, Nala, como siempre, tan rápida y sigilosa. (?)
Ay ay ay, no puedo esperar a leer el siguiente, tengo ansias de leerlo. *-*

wooooooooooooooooooooow, todos tus capitulos estan hermosos, no puedo esperar a que traigas mas!!!!! que romantico.... bueno, ya sabes que squi hay una fan siguiendo tus huistorias...!!!!!

-¿Sabes?- empezó a hablar Kiara cuando por fin pudieron dejar de reír, -mi padre me comento sobre eso, ese día en que ambos fueron al cementerio de elefantes, el dijo… que fue una de las peores decisiones que pudo tomar cuando era cachorro-, dijo Kiara cabizbaja y con un tono de voz apagado.
-Bueno cariño, depende del punto de vista en que lo veas-, le respondió Nala, ella pudo notar que Kiara se empezaba a deprimir, -Ese día tu padre y yo de verdad que estábamos en peligro, no sabíamos que hacer y las hienas nos tenían acorralados.
-¿Eran esos tontos de Shenzi, Banzai y Ed, verdad querida?- le respondió Kula cuando Nala empezaba a recordar esa trágica historia.
-Sí, aun los recuerdo muy bien- le contesto Nala a Kula, -esos 3 solo buscaban problemas para su entretenimiento, sobre todo Shenzi, era tan molesta, siempre buscaba la manera de vengarse de mí a toda costa, por suerte mía, mi madre siempre estaba ahí para protegerme-, dijo Nala mientras aun seguía recordando.
-¿Había una razón para que siempre te estuviera fastidiando?-, preguntaba Kiara que dirigió una mirada fulminante a Nala. –Debiste haberle hecho algo muy malo para que aun enfrente de la abuela te allá querido hacer daño-.
-Claro que tenía una razón, y a decir verdad…… siempre me alegre de que ella tuviera una razón para hacerlo-. Nala respondió tan rápido ante el comentario de Kiara-.
-Tu padre le marco la cara a esa animaleja con un zarpazo de sus garras-, respondió Kula, mientras intentaba ponerse más cómoda para poder visualizar mejor el paisaje de aquella bellísima región de las tierras del reino, estaba tratando de buscar a Chumvi y si estaba cerca de esos lugares.
-Mi padre, lastimando a otro ser vivo- se sorprendió Kiara, -me cuesta creerlo, el jamás le aria daño a ningún animal, aunque este lo hiciera enojar demasiado-.
-No se trata de lo que le hicieron a él, Kiara-, Kula volteo la mirada hacia Kiara y después le volvió a regresarle la mirada a Nala mientras levantaba una ceja.
-Tu padre solo quería protegerme ese día-, respondió Nala, que empezaba a recordar aun mas, -nosotros subíamos por una colina de huesos, yo no podía seguirle el paso y empezaba a resbalarme, mi simba dio media vuelta y corrió para poder ayudarme, cuando esa hiena trato de asarme daño con sus dientes, tu padre la araño en su mejilla, esa fue una cicatriz que Shenzi no pudo volver a sanar-, a Nala se le empezó a formar una pequeña sonrisa, tan tierna que ni siquiera simba podía resistirse a ella. -Después de eso Mufasa llego para ayudarnos, gracias a que Zazu pudo escapar e ir a advertirle-.
-Esa noche, mi simba me dio una de los instantes más felices de mi vida-, Nala empezó a sonrojarse, -Fue la primera vez que tu padre fue romántico con migo-.

Kula y Kiara miraron a Nala, ellas empezaron a sentir felicidad por ella.
-Ni siquiera yo conozco esa historia Nala- menciono Kula, mientras daba un gran suspiro.
-¿Cómo te lo demostró madre?, que acto izo mi padre para ponerte en esta dicha que ahora te invade. –pregunto Kiara con una gran impaciencia, curiosidad y felicidad.
-Vamos amiga, estamos impacientes-. Dijo Kula.
-Jajajajaja- Nala empezó a reírse con ternura en los ojos. –Muy bien, déjame recordarlo mejor-.
El sol aun estaba en sus últimos momentos en el cielo, los jóvenes Simba y Nala caminaba en dirección a la roca del rey, siendo guiados por Mufasa y por Zazu después del terrible incidente que tuvieron ambos chicos en el cementerio de elefante con las hienas.
-¡¡¡¡Zazu!!!!- grito Mufasa con enojo.
Zazu iba volando con los cachorros pero al oír la gruesa vos de Mufasa este rápidamente voló aisa él y descendió frente una de sus patas.
-¿Si alteza?- dijo Zazu muy nervioso.
Mufasa inclino la cabeza al piso y le respondió -llévate a Nala, tengo que darle a mi hijo una lección-
A lo cual Zazu regreso rápidamente con los niños que se habían quedado quietos en unos pastizales por unos breves instantes.
-Vamos Nala- dijo Zazu a la joven cachorra, y volteo a ver a simba y le dijo, -Simba, Buena suerte- le deseó mientras él y Nala se alejaban de simba.
Nala subió la cabeza al cielo para poder ver a Zazu -¿Crees que valla estar bien?- le pregunto Nala quien tenía una cara de preocupación y unos ojos tristes.
-No te preocupes pequeña-, contesto Zazu, -Mufasa, aunque sea un rey de carácter fuerte-, es demasiado amable, aunque no siempre lo demuestre-.
-Algo me decía que no debíamos de ir a ese lugar, pero no le hice caso a mis instintos, debí detenerlo cuando me dijo que iríamos al cementerio de elefantes-. Dijo Nala mientras se detenía y empezó a sollozar.
-O mi pequeña niña, no, no tiene porque llorar, nada de esto fue su culpa,- Le contestaba Zazu para contentar a la pequeña. Lo importante es que ustedes están bien, no sabríamos que hacer si perdiéramos a uno de ustedes dos. Usted no se preocupe por nada, Simba y usted estarán bien- le dijo Zazu a Nala mientras le limpiaba una pequeña lagrima que se le escapo de los ojos. –Y no se preocupe, que su madre no sabrá por mí sobre este incidente.
Nala se limpio las lagrimas por sí misma, y después de escuchar lo que Zazu le dijo, esta empezó a sentirse mejor y ambos retomaron el camino a la roca del rey.
.Oscureció totalmente en todas las tierras del reino, Sarabi y Sarafina estaban esperando el regreso de los niños. –Mira Sarafina-, dirigió la vista hacia las rocas que subían hasta donde se encontraba la cueva real.
-¿Zazu, donde están Simba y Mufasa?-, pregunto Sarabi desesperadamente.
-no se preocupe su majestad- le contesto Zazu, -el chico se encuentra con su padre, están teniendo una conversación de padre a hijo-.
-A, me alegro mucho de que estén bien- Sarabi se despreocupo al oír la noticia.
-Mis señoras, si es todo por este día, será mejor que me retire- Dijo Zazu mientras emprendía el vuelo, -Muy buenas noches- dijo y sin masa que decir, se retiro volando por aquella hermosa y estrellada noche.
-Será mejor que entremos – se dirigió a ambas mientras apunto con su cuello en dirección a la cueva real.
-Si no te molesta Sarafina, quisiera quedarme un poco más a esperarlos, quiero asegurarme con mis propios ojos que nada les ha pasado-, dijo Sarabi con un tono preocupado. -Ustedes entren yo las alcanzare luego-.
-Muy bien,- contesto Sarafina,- entonces, Nala hija….-
-Madre, si no te importa me gustaría quedarme también a esperar con ella- Dijo Nala con el mismo tono de preocupación que uso Sarabi hace unos instantes.
Sarafina y Sarabi se compartieron una mirada de ternura, entonces Sarabi dio una señal a Sarafina, esta guiño el ojo y luego asintió con la cabeza.
-Muy bien hija, te espero adentro, no tardes-.
Sarafina dio media vuelta, y entro al interior de la cueva real. Nala se acerco a Sarabi y mirando el paisaje nocturno se sentó junto a ella solo para esperar el regreso de simba.
-¿Te preocupa acaso que no vuelva Nala?- pregunto Sarabi quien quería romper ese silencio que empezó a rodear el lugar. Nala empezó a sonrojarse un poco y mirando la cara de Sarabi esta se dispuso a responderle.
-¿Tiene algo de malo que lo haga?- pregunto ella con demasiada duda, -¿Es malo que lo quiera esperar?-.
-Para nada mi niña, todo lo contrario, estoy muy feliz que me puedas hacer compañía-, respondió Sarabi con ese tono de dulzura que solo Nala podía expresar.
Entonces a lo lejos de la roca del rey simba y Mufasa empezaron a acercarse caminando por la pradera.
-Mira Nala, ahí se encuentran- dijo Sarabi mientras ambas leonas dirigían su mirada al pie de la roca del rey, en eso a Sarabi se le ocurrió una idea.
-Sabes Nala, tu esperas aquí junto a mí, pero, a veces para esperar a alguien que es importante para nosotros, no es necesario esperarlo donde ese alguien nos pueda encontrar fácilmente-. Dijo Sarabi en un tono muy picaresco y burlón. -A veces hay que esperar mucho más arriba de donde nosotras queremos encontrarnos con ese alguien-. Sarabi decía esto mientras parecía que se dirigía a la entrada de la cueva real. Nala pensó en esas palabras por escasos instante, y se le ocurrió que si quería pensar mejor lo hiciera en un lugar despejado y muy alejado de todo ruido. Nala empezó a caminara muy lentamente por las rocas que daban en dirección hacia el monolito de la roca del rey y empezó a subirlas.
Sarabi y Sarafina salieron juntas de la cueva real y se sentaron para poder observar.
-¿Crees que esto inicie algo Sarabi?, son solo unos niños-. Dijo Sarafina mientras de su rostro salió una pequeña sonrisa de mucha felicidad.
-Ojala si Sarafina, siempre que Simba y Mufasa tardan demasiado es por un regaño de su padre, y Simba siempre sube el monolito para reflexionar las cosas que Mufasa le haya dicho-, dijo ella con una poco de emoción. Y ambas volvieron a entrar a la cueva.
Mufasa y Simba subieron la roca del rey, hasta la entrada de la cueva real y justo en ese instante Simba se detuvo.
-¿No vienes?- pregunto Mufasa a Simba quien ya sabía que era lo que él tenía planeado hacer.
-Papá si me das tu permiso, quisiera quedarme un tiempo más afuera- este subió la cabeza para alcanzar a ver el rostro de su padre.
-De acuerdo, hijo mío. Contesto Mufasa con mucha serenidad. Solo no tardes mucho-.
-Claro- contesto Simba, mientras se ponía en dirección hacia las rocas que ascendían por el monolito de la roca del rey. Simba empezó a reflexionar sobre todo lo que su padre hablo con él, había varias cosas que no podía entender, pero lo que más razonaba en su cabeza fueron estas palabras, “Arriesgaste la vida de Nala”, Simba no entendía porque le daba tanta importancia. Al llegar a la parte más alta del monolito, obtuvo una gran sorpresa al encontrarse a Nala ahí.
-¡Simba!- soltó Nala cuando vio al joven cachorro acercarse a ella.
-Nala….yo…(Se acerco Simba a Nala para poder hablar mucho mejor con ella) Perdóname, Por todo esto, no creí que fuera a suceder nada malo-.
-Simba yo….-, dijo Nala, pero no puedo terminar la frase. Simba se acerco al frente del monolito y se sentó, este estaba invitando a Nala que se sentara junto a él, pero Nala no se movió de su lugar.
-¿Sabes Nala?-, dijo el joven cachorro. -En estos momentos bajo las radiante estrellas….- Simba volteo a ver a Nala, ella estaba sentada todavía enfrente del monolito con dirección hacia Simba, ella estaba siendo bañada por la hermosa silueta de la luna que izo que simba viera a Nala de una manera muy radiante.
Simba fue a una de las esquinas del monolito que estaba llena de musgo y otro tipo de plantas, se agacho para recoger algo y se puso frente a Nala, el tenia una pequeña flor morada en su boca y la puso a los pies de Nala. Nala solo se sonrojo y no podía dejar de ver a Simba
-Te vez muy hermosa- dijo Simba.
Y ambos se quedaron juntos, abrazándose muy tiernamente esa noche a la luz de la luna y las estrellas.
-Te dije que si pasaría algo- menciono Sarabi a Sarafina quienes estaban viendo a los cachorros desde detrás de una roca que estaba en la parte alta del monolito.

Awww, me morí de ternura al leer la parte en que Simba y Nala se abrazaban. =3
Sabes que me gusta muchisimo tu Fan-Fic, me encanta. =D
Espero el siguiente capítulo.

Awwwwwwwwww! ^w^
Me encanta este capi! ;D
Quisiera que pase lo mismo con el chico que me gusta x3
Espero el siguiente capi con ansias!

Tamy

me encantaron los capitulos preciosos espero inpaciente los siguintes preciosos Kirafi

aqui les traigo otro capitulo...
Espero los disfruten...
Saludos.
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-Waw- Dijeron Kula y Kiara Mientras daban un gran suspiro y terminaban de imaginar es romántica escena.
-Es increíble, mi padre ya desde cachorro, prácticamente te entregó su corazón-. Dijo Kiara con una cara de tremenda felicidad e ilusión.
-Valla, ese Simba sí que sabia como demostrar sus sentimientos por ti querida-, Menciono Kula mientras fulminaba a Nala con una mirada picaresca y su tono denotaba burla por ella.
Kiara también fulmino a su madre con la mirada, Nala no soporto las miradas que ambas leonas le dirigían, ella quiso entrecerrar los ojos para no seguirlas mirando y trato de voltear su cabeza, pero no lo logro, era imposible que no se sonrojara después de todo lo que su amiga y su hija le estaban diciendo.
-O vamos cariño, no tienes por qué ponerte así, solo es….- Le decía Kula y dio un corta pausa, -demasiado emocionante, esta historia debió marcar tu vida, nosotros solo queremos escuchar cada momento de felicidad que tuviste junto al pequeño Simba-. Diciéndolo en un tono que sonó entre burla y sarcasmo.
-¿Entonces ese es el momento más romántico que mi padre te debió de haber dado, me imagino que después de eso no pasó nada?-. Preguntaba la joven Kiara después que su madre pudo recobrar su color natural y se tranquilizo.
Nala se puso a pensar, ella tenía tan pocos recuerdo de su infancia con Simba, por obvias razones, pero aunque fueran pocos, fueron los más felices de toda su vida.
-Bueno yo…- pero fue interrumpida por un sonido parecido a una risa que se escuchaba encima del árbol donde Kiara se encontraba recostada.
-Ejejejeje, muy buenos días mis queridas niñas, que Aiheu me las colme de alegría mis pequeñas hermosas leonas.-, Salto Rafiki de felicidad del árbol en que se encontraba para ponerse enfrente de las tres leonas y dar una reverencia a cada una de ellas.
-¡Rafiki!- gritaron todas al unísono, con una gran felicidad.
-Me llena de felicidad poder verlas juntas en esta hermosa mañana colmada de bendiciones por todo en rededor de lo que podemos admirar mis niñas-. Dijo el sabio mandril mientras con su cayado apuntaba a toda región de las tierras de reino que se podían apreciar en aquella cercana parte a la roca del rey especial para el descanso.
Rafiki miro de reojo a las 3 leonas, pero volteo a ver dos veces a una, por alguna razón a este viejo sabio no lo reconoció de primera vista a la tercera leona.
-Por Aiheu, mi querida niña, Kula, está usted aquí, con más razón este es un día de felicidad, el reencuentro con aquellos de a los que dijimos adiós una vez era inminente.- Exclamo Rafiki mirando a los cielos y volteaba a ver a Kula.
Kula empezó a moverse, se sentó frente al sabio mandril y dio una reverencia a su presencia. Rafiki le devolvió la reverencia y después de levantarse, se acerco a la leona para poder darle un gran abraso. Este se aparto de ella y le devolvió la mirada a Nala.
-Y su majestad, su cara me lo dice todo-, Le dijo Rafiki a Nala, -Que gran dicha le ha de dar a usted hablar de todos sus más felices recuerdos que tiene usted en la memoria-. Rafiki y Nala se compartieron una sonrisa.
-Mi madre nos contaba un poco de sus mejores recuerdos con mi padre-, menciono Kiara mientras Rafiki le daba la mirada. –acaba de contarnos lo que quizá sea el recuerdo más importante de su infancia, y fue tan romántico.
-O mi querida niña, dudo mucho que esta sea el mejor recuerdo que tu madre tenga en su memoria-, dijo Rafiki mientras Nala trataba de hacer memoria ante el alarde que el mandril estaba insinuando. -Lo recuerdas mi niña, ese fue el invierno en el que sucedió su más grande dicha, según usted me conto-.
Nala abrió los ojos, eso dio a entender a Rafiki que ella empezaba a recordarlo.
-Sí, ahora lo recuerdo con claridad-, empezó a reír Nala con una gran ternura y su cara volvió a tornarse roja.
-¿Qué?, ¿Qué es lo que sucedió ese invierno que mi madre y tu mencionan con tanta dicha?–, Pregunto Kiara con gran curiosidad.
-Mi querida niña-, Volteo Rafiki esbozando una gran sonrisa. –Ese fue el primer sentimiento que ambos cachorros pudieron darse. Hay pocas cosas en este mundo que de verdad, no deberían ser olvidadas. El primer sentimiento que se le muestra a alguien, la aceptación de ese sentimiento por ese alguien y……..- Pauso dramáticamente Rafiki y volteo a ver a Nala, al igual que las otras dos leonas.
-Y no se debe olvidar, el primer beso de amor mutuo que se dan ambas almas que empiezan a florecer al amor. –Nala no pudo contener la lagrima de felicidad que invadía cada fibra de su ser.

Kiara y Kula miraron Nala, estaban tan conmovidas de que su felicidad fuera tan inmensa y pudiera expresarse con una sola lágrima.
-Nos haría el honor mi reina de dar la luz de tal recuerdo a nosotros sus súbditos-. Dijo Rafiki mientras se apoyaba en su cayado y le asía una reverencia a Nala. Nala solo asintió con la cabeza.

-Recuérdamelo bien querida-, le reclamaba Kula a Nala, que no solo represento dicha para ti, Lo fue para mí también, Dame un gran momento de dicha al asarme recordar la tierna historia-. Kula miro a Kiara, -También fue el momento más romántico de mi vida con el león con quien quería pasar el resto de mi vida-. Le dijo a Kiara.
Déjame recordar bien, Esta historia nos pertenece a los 4, Chumvi, Kula, Simba y a mí.
Pero esto solo me pertenece a mí. Dejare que mi sentimiento los invada a ustedes. Dijo Nala con su gran tono de dulzura, amabilidad y amor.

-Cuéntanos madre-, dijo Kiara con gran anhelo. -Dinos como ocurrió el primer sentimiento muto entre tú y mi padre. Cuéntanos cómo fue que ocurrió su primer beso.

Awwww, no puedo creer que Rafiki haga su primera aparición en la historia y que Nala esté por contar el momento en que Simba y ella se dieron el primer beso. ^w^
Y cielos santo, tienes una narrativa excelente amigo. nwn